Los vecinos de Casa Grande, en El Barrillo, en Lomo Magullo, ya no saben qué hacer para que se les escuche. Aseguran que llevan años sufriendo desperfectos en sus calles que afectan, sobre todo, a los niños que acuden al colegio del barrio. Reclaman al Ayuntamiento de Telde mejoras en aspectos que califican como "imprescindibles", sin que se adopten soluciones. Los vecinos recuerda que el concejal Juan Francisco Martel, (CCD) sólo les visita y se interesa por sus problemas tres meses antes de las elecciones, ya va para 26 años y los problemas de los vecinos siguen sin resolverse, incluido en éste último gobierno donde Martel volvió a engañar a su zona de influencia de votos con el eslogan: "Lo importante son las personas".
Los vecinos de Casa Grande tienen claro que las personas importantes para Juan Martel son primero el y su familia que se han enchufado en la Granja del Cabildo y a unos cuantos vecinos que ha colocado en convenios de trabajos en el ayuntamiento y a los terratenientes, a esos que expoliaron y robaron las tierras y viviendas a los vecinos.
Así, el asfaltado de las vías y un punto de luz son dos de las peticiones que les gustaría tachar de la lista.
"Las calles llevan sin alquitranar más de 20 años, las tuberías de agua tienen una antigüedad de más de 60, falta un punto de luz importante y no hay ni una marquesina desde el colegio del Lomo hasta el puente", explican desesperados.
Aseguran que representantes del Cabildo ya estuvieron observando la zona, "y Antonio Ramírez cede un trozo de tierra para hacer la marquesina, pero en el Ayuntamiento no les importa y sólo esperamos que haciendo fuerza todos juntos se nos escuche de una vez", fijan.
"Los niños son descargados en la zona como si fueran sacos de papas o cajas de frutas y es una vergüenza, porque soluciones hay, pero hay muy pocas ganas, y ya está bien de que los políticos se estén riendo de nosotros", agregan.
Los vecinos y vecinas con quiénes el diario digital Onda Guanche nos pusimos en contacto nos deja claro que están tomando nota para pasar la cuenta a quiénes le han utilizado como klinex (usar y tirar) y lo luego lo han abandonado a su suerte.
"Martel debe saber que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. Nos engañó a nosotros, a nuestros abuelos, pero no volverán a engañar a nuestros hijos. Ni por supuesto a nosotros. Nos estamos encargando de desenmascarar a los políticos que han jugado con nuestra ilusión para que nuestros hijos y nietos castiguen en las urnas a los partidos, no sólo Martel, con sus diferentes partidos, también Nueva Canarias con sus respectivos disfraces, (Asamblea de Vecinos, Coalición Canaria, etc). Tomamos nota y le pasaremos la cuenta. Nos engañaron a nosotros, pero se les acabó el cuento, porque no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo", nos dijeron los decepcionados y sufridos vecinos de Casa Grande en el Barrillo (Lomo Magullo), la cenienta de Juan Martel.
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